Taser a distancia o dispositivo de electrochoque es una herramienta no letal utilizada por las fuerzas policiales para incapacitar temporalmente a un sospechoso sin causar daño permanente.

Mediante la liberación de descargas eléctricas que interrumpen el control neuromuscular del individuo. Al disparar, el dispositivo lanza dos dardos conectados por cables a una distancia que puede variar entre 3.5 y 4 metros estos dardos se adhieren a la ropa o piel del objetivo, permitiendo que la corriente eléctrica fluya y cause una contracción muscular involuntaria.

Los Tasers operan mediante la emisión de dos electrodos que se disparan a través de un cartucho. Cuando estos electrodos impactan en el objetivo, se crea un circuito eléctrico que interfiere con el sistema nervioso, provocando una incapacidad temporal para controlar los músculos. Esto puede hacer que la persona caiga al suelo o se sienta desorientada, dándole a la víctima la oportunidad de escapar.
El uso de un Taser debe ser considerado como último recurso y en situaciones de legítima defensa. Es importante familiarizarse con las leyes locales sobre su posesión y uso, ya que varían significativamente en diferentes regiones.
Linterna:
    Potente luz LED integrada que proporciona iluminación en la oscuridad.

Alarma:

    Incorporado en el dispositivo, el sistema de alarma produce un sonido fuerte y penetrante al activarse. Este modo busca alertar a las personas cercanas en caso de una situación de peligro, sirviendo como una herramienta disuasoria.
Láser de Apuntado:

    láser de alta precisión que facilita la puntería al disparar el cartucho con carga eléctrica. Este modo permite al usuario apuntar de manera efectiva al objetivo

Láser activado significa que el Taser esta listo para disparar  la carga eléctrica al atacante